Depender de Dios: Vacaciones CL 2024

El gesto de las vacaciones no es para alejarse, sino una ocasión para ir aún más al fondo de lo que uno vive.

Este año, en Venezuela, después de un largo tiempo de espera, finalmente, después de 9 años, hemos vuelto a realizar en la playa las vacaciones del movimiento Comunión y Liberación, las tres comunidades presentes en el país. Estos días no fueron simples descansos; fueron una ocasión para redescubrir lo que realmente deseamos en lo más profundo de nuestro corazón. En tiempos complicados como estos, el encuentro nos permitió reconectar con nuestras raíces espirituales, encontrar libertad en la dependencia de Dios, y experimentar la satisfacción de la compañía fraterna.

El tema "La Libertad es depender de Dios" impactó a todos durante las vacaciones, incluido el testimonio de Ana Sofía, de 14 años, quien, tras cuestionar la existencia de Dios por las dificultades en su vida, asistió a las vacaciones buscando algo superficial, pero encontró un significado más profundo. Al conversar con el padre Yago, comprendió que la fe es un camino que se construye gradualmente y que, aunque a veces parezca que Dios no está presente, Él siempre nos acompaña, dándonos la libertad de elegir cómo enfrentar nuestras circunstancias.

Los testimonios compartidos durante la asamblea y después de regresar a casa son una clara muestra de cómo Dios interviene en nuestras vidas, llamándonos a vivir una libertad que no se basa en la ausencia de obligaciones, sino en la adhesión a lo que realmente importa.

Por ejemplo, Bernardo comentó cómo decir "sí" a la invitación de las vacaciones fue una respuesta a un deseo profundo que todos llevamos dentro. A través de su experiencia, entendimos que la verdadera libertad no consiste en estar desvinculados, sino en la elección consciente de aquello que da sentido a nuestra vida. Incluso en momentos de debilidad, Bernardo explicó cómo el Movimiento ha sido un apoyo constante, motivándolo a vivir con alegría y libertad.

María Delgado, quien decidió no estar presente en el nacimiento de su nieto para asistir a las vacaciones, compartió que en ese sacrificio encontró una unión más profunda con Dios. La convivencia le enseñó la importancia de mantener una fe sencilla y confiada. Su encuentro con Mariangel en la playa se convirtió en un momento de apoyo mutuo, recordándonos que en la comunidad de CL, Dios nos enseña a través de las experiencias compartidas.

El Padre Leonardo nos recordó que la presencia de Cristo se hace evidente en la compañía que nos rodea. A través de su amistad con Giampiero, redescubrió cómo Dios guía no solo en momentos especiales como las vacaciones, sino también en su trabajo pastoral diario. Esta conciencia de la presencia de Cristo nos ayudó a clarificar los próximos pasos que debemos tomar como comunidad.

Por último, Lila, quien realizó un largo viaje para estar presente, compartió una imagen significativa: sus manos llenas de "pegamento", simbolizando el vínculo que la une a la comunidad de CL, reconociendo en cada pequeño gesto la presencia de Dios. Su testimonio, como muchos otros, nos invita a vivir con fe y esperanza, confiando en que en esta comunidad encontramos la fuerza para enfrentar los desafíos que la vida en Venezuela nos presenta.

En resumen, estas vacaciones fueron más que un descanso. Fueron una oportunidad para reafirmar nuestra libertad en Dios, redescubrir la alegría de vivir en Su presencia, y fortalecer los lazos que nos unen como comunidad. Hemos visto cómo Dios actúa en nuestras vidas, dándonos la fuerza para vivir con más plenitud y esperanza. Por todo ello, damos gracias.


Te invitamos a leer estos tres testimonios que se dieron en la Asamblea de las vacaciones:

La esperanza que asombra: Mi camino con Comunión y Liberación, de Simón Noguera.

¿Y para qué estoy yo en la vida? De Rosalba Pérez.

Un camino de fe es un camino de libertad, de: Isabel Marius.