Un camino de fe es un camino de libertad.
Después de trabajar con sus amigos el Sentido Religioso, Isabel nos cuenta sobre su camino de Fe y cómo le ha permitido poner en perspectiva la vida.Hace unos meses nació una amistad con el Padre Carlo de Colombia en la cual, además de compartir lo que estaba viviendo con él, surgió una propuesta donde nos encontraríamos por zoom con otros chicos del CLU para trabajar el Sentido Religioso.
Frente a esto surge un Sí, porque me fío de ellos, para trabajar y ser educada junto a grandes amigos, pero también nace la responsabilidad de mi parte a tomarme en serio este trabajo. Es así como comienza un camino donde he podido poner en perspectiva mi vida y la de otros, juzgarla y aprender, comprendiendo un poco mejor, luego de leer por tercera vez, las 3 premisas del Sentido Religioso.
Hacer esto con grandes amigos me ha permitido asumir con mayor responsabilidad mi vida y mi Fe, entendiendo que antes no era que no lo tomaba con responsabilidad, pero ahora me doy cuenta que siempre falta poner más de mi corazón en esto. Me queda claro que está empezando a ser un gran camino para mí en los distintos ámbitos que me rodean frente a pequeños ejemplos:
- Familia: tener una fatiga extrema por la enfermedad de mi hermana, visitarla al día siguiente de ser internada en un hospital psiquiátrico, verme ahí abrazándola y hablando con ella, las dos solas, sin poder explicarme de dónde nace tanto cariño y comprensión de mi parte sin ser forzada.
- País: luego de vivir mis 21 años, me encuentro juzgando de manera diferente la realidad que se vive. La Isabel de 2017 que promovía el hacer protestas dentro del colegio no reconocería a la Isabel de hoy, que busca llamar a la paz, el diálogo y ver desde la razón lo que vivimos. Por primera vez en mi vida escucho una asamblea de la OEA y veo tantos días seguidos las noticias pero con un criterio.
- Amigas y compañeras de enfermería: he podido juzgar con mi grupo de amigas donde hay 3 santeras, 2 evangélicas, 2 ateas y yo que soy católica, la realidad que vivimos frente a la crisis política, económica y social sobre todo enfocado en nuestra área que es la salud luego que quemaran un hospital donde hicimos prácticas. Ha sido una Gracia para mí poder hacer un juicio juntas y hablar desde el respeto y creencias de cada una, entendiendo que nuestro corazón y vocación de servicio son los mismos.
- Comunidad: recibir más invitaciones a asumir nuevas responsabilidades y participar en el encuentro sobre Cultura y Fe con Giovanni Paccosi, que me ha motivado a escribir esto también ha sido una gracia en mi vida. Me ha permitido ver el trabajo de una manera diferente y asumirlo con mayor responsabilidad, además de darme la gracia de compartir aún más con los que me ayudan a hacer un camino.
- Mi vida
- Quejas: Frente a tener tantas dificultades, como todo el mundo, muchas veces reconozco que mi riesgo es caer en la queja constante. He podido asumir los problemas del día a día con la memoria de la educación que estoy recibiendo, a través de pequeñas frases o testimonios que me ayudan a vivirlo de otra forma.
- Enfermedad: entender que la ansiedad y el miedo que me lleva a sufrir ataques de pánico, más mi enfermedad del corazón que me llevan a tomar antidepresivos y antiarrítmicos son una evidencia más del señor, de que el trabajo que estoy haciendo es solo el inicio del camino, que falta más por encontrar y entender.
- Rezar e ir a misa: no es obvio que al ir a misa comprendamos o seamos atentos a todo lo que se dice, para mi esto generaba una fatiga extrema, pero desde arreglarme bien hasta escuchar la homilía me ayuda a crecer, dar gracias y entender aún más lo que estoy viviendo.
Pero, haciendo este recorrido, me pregunto, bueno, ¿Ya todo se arregló?. Me queda claro que no, porque porque no todo es perfecto ni está cerca de arreglarse, sigo teniendo sentimientos de rabia, impotencia e impulsividad, pero lo más importante es que me sigo haciendo preguntas, lo cual me hace buscarlo más a Él.
Sabiendo esto, ¿qué separa lo que estoy sintiendo de lo objetivo o la razón? Para mí es la tranquilidad que me da poder sentir que yo no tengo el control, lo tiene Alguien más grande que yo del cual me fio plenamente, que tiene siempre algo bueno para mí a pesar de la adversidad, porque por más que intente manejar y tener una vida “Perfecta” Él tiene otros planes para mí y yo debo responder a lo que me llama. Todo esto es manifestado por rostros concretos que me abrazan y me educan constantemente, entendiendo que la vida no es mía sino de Otro que me la ha dado.
Esto no es automático, este proceso me está demostrando el valor de ser educados en la fe, que viéndolo en mi vida, lo deseo para siempre, al igual que viendo la escuela de comunidad como un espacio educativo y de enseñanza donde nacen dos pasos fundamentales:
- El primero es la libertad a participar del movimiento
- El segundo, es el que he descubierto, y me parece fundamental para trabajar día a día, la libertad que tengo de asumir con responsabilidad lo que se propone como un estilo de vida, no limitando a 30 minutos de lectura y una hora de encuentro, sino en cada ámbito y momento de mi vida.
La libertad frente al camino que estoy haciendo la veo al ser abrazada y educada, lo cual me permite estar más cerca de Él. Pero esto nunca se hace solo, siempre somos dependientes de una compañía, que son rostros concretos de Él. Así es como puedo ser más libre y abrazar a otros como el ejemplo de mi hermana, mi país, mi universidad, mi vida.