Mi experiencia en la ARAL

Lila nos cuenta cómo vivió la ARAL 2024 y lo que encontró ahí

Quiero contar mi experiencia en la Asamblea de Responsables de América Latina (ARAL), cuyo título fue “De la fe, la misión”.

Para mí, fue una gran ocasión para vencer los obstáculos y estar enfocada en poder participar, desde mi corazón, inquieto y deseoso de vivir el encuentro con los amigos y nuestros responsables de la Fraternidad. Desde el día miércoles 6 de marzo iniciamos el recorrido saliendo de Mérida hasta Caracas, esta primera parte del recorrido ya garantizaba grandeza, mis compañeros de viaje Yoel y Yilenia quienes por primera vez viajan a este encuentro, y más aun, la mirada curiosa y emocionada de mi amiga Yilenia, me llenaba de alegría y agradecimiento por el carisma que nos ha dado Dios. El día jueves, en el aeropuerto de Maiquetia nos reunimos todos los de Venezuela que viajaríamos al encuentro, abrazos y amor entre hermanos, salimos rumbo a Brasil con escala en Panamá. En la Aral dirigió el encuentro el responsable de Latinoamérica Monseñor Giovanni Paccosi.

El encuentro me permitió profundizar más en lo que representa la responsabilidad que tenemos para custodiar el carisma, de lo cual se nos viene hablando desde la audiencia con el Papa en el 2022 y que es necesario que cada uno de nosotros, empezando por mí, entendamos la gran misión que tenemos. En la ARAL, Monseñor nos repitió en varias oportunidades que en nosotros está el dar la disponibilidad ante lo que se nos pide, centrados en seguir y obedecer, obedecer y seguir. Es una gran responsabilidad y una gran misión para cada uno de nosotros.

Esto me lleva a querer profundizar y reconocer de dónde nace la misión de cada uno y lo que genera. Desde que inicié en el movimiento, he tratado de aprender y seguir el método, lo cual creo que puedo lograr si soy fiel a lo que se nos propone, hacer escuela con seriedad, reconociendo que es un bien para mí y para quienes están a mi lado, siendo un bien para otros con Su Presencia. Reconociendo que tenemos grandes desafíos que van de la mano con los tiempos que vivimos.

Considero que siendo educadora tengo que hacer lo posible por tener un juicio en relación a la educación y todo lo que ella implica. Allí escuchamos varios testimonios y se habló de los pasos a dar o seguir. Me pareció muy importante lo que nos toca, sobre todo el dar la vida por la unidad, en este aspecto considero que el encuentro nos ha permitido vivir y sentir cómo, a pesar de estar en diferentes países , tenemos mucho en común, somos una sola familia por el mundo, el carisma de Don Giuss, nos mantiene siguiendo un método para seguir a Cristo, desde donde estamos, en el momento en que nos encontramos, vivimos esa familiaridad que nace del corazón y del deseo de seguir adelante.

En la ARAL pude compartir experiencias con algunos amigos como son los de Argentina Guille Erbeti y María Cecilia Sánchez Rey, de Honduras con Jesica Vargas, Cuba con Alejandro y Lili, México, Brasil, Ecuador y aun así me faltó tiempo. Cada momento compartido con los amigos me mostraron que tenemos inquietudes y situaciones muy similares en nuestro continente, que los jóvenes están inquietos y deseosos de vivir los cambios y que es evidente que nosotros tenemos que dar un gran paso allí, escucharlos, acompañarlos y ayudarlos a buscar el bien para todos, sobre todo para ellos mismos.

Agradecida por este gran encuentro, bendiciones que recibimos de Dios a través de la fraternidad . Seguimos en manos del Señor para entender un poco más y aprender cada día de la que se trata la vida y Su Presencia cercana.