Resulta muy sorprenderte el recordar la manera de cómo me expresé al saber hacia dónde estaban planificadas las vacaciones del movimiento de este 2023. La ingenuidad me abordó y aunque había oído hablar de lo especial de la experiencia expresé que no participaría, no solo la economía me impulsaba a decir no, también me dejé llevar una vez más por mis gustos, deseos y/o pretensiones.

Como me resuenan las palabras “Dios todo en todo” y es que en lo que creo más banal allí estas. Y así fue, volviste a tocar la puerta de una manera tan sencilla y tan bondadosa que no pude negarme y la que desde el principio había expresado no voy a las vacaciones, se veía preparando viaje en un santiamén. Y aquellos, mis planes, los veía sustituidos por tu nueva invitación y reconocer que sí, estás en “TODO”.

No resultó fácil abordarme en el viaje, pues ninguno de la comunidad que frecuento (Humocaro) había podido venir, sin embargo, el espanto pasó y la amabilidad, fragilidad, fortaleza y la hermandad de los otros hizo sentirme bien hallada.

Así comenzaron mis primeras vacaciones en C.L. y entre comidas, asamblea, palabras, testimonios, juegos, compartir, comunión, percibía esa realidad “Cristo todo en todos”.

Una de las frases que escuché decir en varias ocasiones y que se nos sugería era el estar atentos y creo que, más que atentos, el estar abiertos y dispuestos a lo que se nos pidiera. Y por supuesto que no tardó en llegar hacia mi persona esa invitación, llamada sencilla, sutil, de atención, de apertura. Pero una vez más apareció el espanto, el miedo, la inseguridad, y junto a estos la excusa, la cohartada: “Es que yo no… es imposible…mejor de lejos”. Y no pasó mucho tiempo gracias a Dios, para que me diera cuenta en dónde y con quiénes estaba y poder reflexionar: Son un gran grupo de amigas y amigos, a los cuales ya has comenzado a pertenecer porque negar esta existencia deja que fluya lo que acontece. Tú en “TODOS” y aquí estoy. Y así fue como me ví, acompañando a otros amigos a guiar y rezar las laudes en Comunión, abriéndome a la novedad en disponibilidad.

Una vez más me abres la mente, la voluntad y el corazón para ser parte libremente de esa maravillosa planificación que TÚ realizas, inmersa en la invitación de tu entrega por el otro.

Agradezco a Dios Padre y Madre por estas vacaciones, agradezco la generosidad de quienes hicieron posible el poder participar. Y pido a Dios nos permita seguir unidos en este camino de Comunión y Liberación.

Les abraza en Cristo: Sandra B. Peraza A.
Humocaro