La carta de Alejandro a Davide sobre la provocación para el ARAL

Alejandro se tomó en serio la provocación de la Asamblea de Responsables en América Latina, a partir de ese compromiso escribió esta carta para Davide Prosperi
Alejandro Marius

Querido Davide,

Gracias por la carta y la provocación. Me han ayudado a hacer memoria y poner delante de mi vida la importancia de vivir el carisma.

1.- Pasos en el último año, en especial luego de la Audiencia con el Papa.
Los últimos años me ha tocado vivir muchas circunstancias desafiantes en mi trabajo, familia y con la comunidad, dentro de un país en crisis, estando cara a cara con las necesidades de la gente y las propias.

Algunos datos:

- Tengo la responsabilidad de guiar una obra social que fundé hace 14 años, y no es sencillo tener una mirada estratégica al mismo tiempo que se intentan resolver las contingencias cotidianas (los costos suben hasta 100% mensual, no hay gasolina para el transporte y fallan todos los servicios públicos).

- Gran parte de nuestra comunidad del movimiento vive en situación de pobreza, con un sueldo de menos de 20 USD al mes.

- Además, en mi casa hemos pasado por varias situaciones de salud física y mental, con las cuales he tenido que hacer un camino personal muy intenso. La última que estamos superando es que mi esposa está logrando caminar luego de 2 años y medio.

Frente a esto, muchas veces vivo la impotencia de no poder hacer más. Me quedo desarmado hasta el punto dónde mi inteligencia y fuerzas físicas no dan más.

¿Cómo me sirve para vivir el trabajo de la EdC y la audiencia con el Papa Francisco?

- El Papa espera más del movimiento, entonces espera más de mí. (corresponsabilidad).

En Venezuela yo formo parte de la diaconía, pero no tengo una responsabilidad de guiar una EdC o ser responsable de nada “formal”. Pero esto que dice el Papa me ayuda a darme cuenta que yo tengo TODA la responsabilidad; porque de cara a la gente de mi trabajo, los aliados con
los cuales hacemos los proyectos, la comunidad y mi familia soy YO el que se juega la vida. Soy YO el que respira del carisma para poder tener una responsabilidad propia. Sin el encuentro con el carisma ayer y hoy, no solo no podría haberme casado, educado a mis hijas, fundado una obra y hacer lo que hago, sino que no lograría mantenerme en pie y vivir con alegría.

- Humildad para descubrir más el carisma y generar.

Esto me tocó mucho, porque cuando haces cosas y salen bien, cuando ayudas a mucha gente siempre está la tentación de pensar que “eres capaz” y la verdad es que cada vez que hago este camino me siento menos capaz de las cosas. Y esa rendición me ayuda a ser mas libre, a usar el tiempo con mayor eficiencia y disfrutar de lo que antes era una “perdida de tiempo” como pasear a mi esposa en silla de ruedas en las tardes, hacer la compra en el mercado o buscar a mi hija al colegio. En esas pequeñas cosas, me doy cuenta que puedo descubrir más del carisma y generar, al igual que con los grandes congresos y proyectos sociales.

- La relación filial con la iglesia.

Siempre he trabajado en relación con la iglesia y estamos desarrollando proyectos importantes en nuestro país. Muchas personas con responsabilidad en la iglesia me conocen, pero no todas saben que soy de CL.

Luego del encuentro con el Papa, cuando pareciera lo menos estratégico hacerlo por la vulnerabilidad que supone, he sido más explicito en mi pertenencia y han surgido dos cosas interesantes:

o Obispos y religiosos han visto con mayor estima que pertenezca al movimiento, a que sea un “creyente muy activo y comprometido”. Es como si lo primero generara lo
segundo.

o He arriesgado más en la relación con el Cardenal para proponer, junto a Leonardo, para hacer la muestra del Beato José Gregorio Hernández en el Meeting de Rimini. Esto es sin duda, una oportunidad para conocer y dejarme tocar más por la vida del beato, profundizar la amistad con el Cardenal y sus colaboradores, que los amigos del movimiento y el mundo conozcan más del beato y para que también sea un aporte del movimiento para la iglesia venezolana.

2.- Profecía por la paz y llamado del Papa Francisco.

La guerra con Ucrania, como otros fenómenos mundiales me parecen muy distantes, a menos que tengan que ver con Venezuela. Igualmente, existe el gran riesgo de perderse en la sobrevivencia de mi país. En el caso de esta guerra, me sumé a rezar por las víctimas, quienes toman las decisiones y en general por la paz. Pero gracias al volante que sacó el movimiento recuperé algunos elementos claves:

- Como dijo Juan Pablo II: “no hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón”. Y también lo que han repetido muchos Papas: la paz no es ausencia de guerras o conflictos.

Es muy difícil perdonar a quienes matan e imponen por la fuerza su voluntad. Y la justicia en estos casos es complicada.

Pero esta circunstancia y el volante me ayudan a darme cuenta que yo puedo vivir la misma lógica del poder en mi vida y en relación con los otros, que nadie está exento de caer en ciertos niveles de violencia.

Entonces rezo por todo y todos, y también por mí.

- Citando la Pacem in Terris de Juan XXIII: “la paz es posible a la luz de cuatro bienes fundamentales: la verdad, la justicia, la solidaridad y la libertad.” Y esto se refiere a las relaciones entre los pueblos y los individuos. Es decir, en la manera de cómo trato a quienes trabajan conmigo, mi familia, la comunidad. Esta dimensión me ayuda a ir más allá de una paz superficial.

- Rescato dos puntos que tengo en el corazón:

o El valor de la educación como punto fundamental para la paz que se citó en el volante. Está en el ADN del movimiento y sin hacer este camino, para mi sería imposible entender los bienes fundamentales que cita Francisco de Juan XXIII.

o La solidaridad como factor fundamental para la paz. No lo había visto tan pertinente, y me ha ayudado a entender cómo mi trabajo colabora para que no se generen mas conflictos y se construya el bien común.

No quiero ser muy largo, pero quería comentarte como, todo esto que nos ha desafiado el Papa con la Profecía por la Paz y el trabajo de EdC, se conectan con el trabajo que he hecho estos años con la Evangelli Gauduim (gracias a nuestro difunto amigo Mons Aldo Giordano, que fue Nuncio en Venezuela y siempre nos lo recordaba).

3. El bien común y La Paz social. Pag 169 a la 179. (Si el carisma se nos ha dado para el bien común y ahora el Papa nos llama a la Profecía por la paz, me parece muy pertinente).

1. El tiempo es superior al espacio (la importancia de iniciar procesos me ha ayudado a tener paciencia y mirar a largo plazo, encontrando gente y tendiendo puentes en vez de una lógica de poder)

2. La unidad prevalece sobre el conflicto.

3. La realidad es más importante que la idea (no puede ser más directo que el camino que estamos haciendo en EdC sobre el uso de la razón).

4. El todo es superior a las partes.

Termino con esta frase que me conmueve y comunica cómo me toca este llamado por la Paz:

"Con corazones rotos en miles de fragmentos será difícil construir una auténtica paz social". Dice el Papa Francisco en el Evangelii Gaudium 229.

Yo me doy cuenta que el camino que estoy haciendo en el movimiento me permite mantener mi corazón entero. Herido seguramente, con muchas preguntas y consciente de mis debilidades, pero con la conciencia de que está entero, porque pertenece a Cristo.