Testimonios JIA 2023 El Tocuyo

Tropecé con la misma "piedra" del Significado.

A través de preguntas desafiantes de una amiga del movimiento y enfrentamientos en la escuela, María comenzó a reflexionar sobre su papel y su fe.
María Delgado

En el primer paro del gremio educativo, me uní convencida de que todos los docentes juntos podríamos lograr nuestras demandas, que eran necesidades urgentes. Recuerdo vivir una experiencia donde veía a El en los rostros de las personas, especialmente en una amiga del movimiento que me desafiaba con preguntas día tras día. Esto me fascinaba, pero seguía enfocada en mi rabia y en mis necesidades económicas. Después de regresar a la escuela desilusionada, se produjo otro paro de educadores. Conversé con mis colegas y decidí unirme nuevamente. La decisión se tomó cuando vi mi escaso salario que no alcanzaba para lo básico. Una vez más, María Delgado se sumó al paro. Creía que esta experiencia reafirmaba mi decisión, al escuchar a otros docentes hablar de sus dificultades con sus hijos y su salud. Sentía que debíamos luchar juntos. Sin embargo, una compañera de trabajo se mostró muy dura con mi regreso a la escuela. Mi escuela lleva años con horarios de contingencia debido a problemas de infraestructura. Esta compañera quería que trabajara solo un día y me dijo en tono agresivo: "Llévalos a tu casa". Respondí: "Buena idea".

Después de enfrentar problemas para dar clases debido a un acta que firmé, me sentí incómoda. Oré para que todo se resolviera y al menos pude dar clases dos días. De esos momentos, reflexioné: "Empecemos a juzgar: es el comienzo de la liberación", título de las vacaciones. Entendí que juzgar es comprender el verdadero valor de lo que vivimos y lo que Dios nos está diciendo. Me di cuenta de que no estoy sola y que tengo apoyo en mi comunidad cristiana. A través de diversas circunstancias, seguí haciendo preguntas y encontrando respuestas en mi comunidad.

Después de leer el Sentido Religioso, comprendí mi tristeza al regresar a la escuela después del segundo paro de educadores. La fe es un camino de conocimiento que se desarrolla con el tiempo y requiere confirmaciones y apoyo. Continué participando en encuentros con mi grupo de fraternidad, que me introdujeron en una nueva experiencia de fe y fascinación. Ahora estoy convencida de por qué estoy aquí y tengo la firme convicción de estar presente para mis estudiantes, acompañándolos con el verdadero significado. Agradezco el amor infinito que me da paz y me hace sentir acompañada por mi fraternidad y comunidad. Quiero seguir mirando a Cristo en la realidad y pertenecer a esa nube de testigos.